4 abr 2009

Notas sobre un superviviente finalmente desaparecido


El jazz fue en su tiempo, ya no lo es, más un estilo de vida que una música. Pensemos en la cantidad de imitadores que le salieron a Charlie Parker incluso cuando estaba vivo. Imitadores de su estilo endiablado tocando; imitadores de su capacidad magistral para improvisar sobre cualquier material; pero también imitadores de su forma de estar en el mundo, al borde del precipicio, jugándosela en todo momento. Uno de sus imitadores fue Art Pepper:

Mentiría si dijera que accedí a Art Peper a través de su música. Fue su leyenda trágica la que llamó mi atención. Sin duda, dentro del estilo que le hizo popular, el cool, y concretamente dentro de los intérpretes de su instrumento sigo prefiriendo a otros músicos como Lee Konitz o Paul Desmond. Sin embargo, su historia es demasiado poderosa como para pasarla por alto. Una historia de sufrimiento y de pasión, donde lo más singular de todo, es que nada de lo que vivió perjudicó a su música que ganó calidad y técnica, una prodigiosa técnica, con el paso de los años:

De inusitada precocidad, con 17 años ya había tocado en las Orquestas de Benny Carter, Stan Kenton y se había casado. Pero en ese mismo año fue llamado a filas y todo cambió. El hombre que volvió del frente era un tipo amargado, triste con un hijo al que no había visto crecer y sin perspectivas de futuro, como tantos otros excombatientes. Se refugió en las drogas.
 
Stan Kenton, con el que permaneció hasta principio de los 50, volvió a acoger en su orquesta a aquel hombre que se había convertido en un yonki imprevisible capaz de empeñar su casa por una dosis de heroína. Cuando no podía conseguir dinero de forma legal, recurría a cualquier medio, incluso cometió atracos a mano armada. Tuvo su primera etapa carcelaria a principios de los 50 en su California natal y desde entonces visitó estas instituciones en repetidas ocasiones, siendo la más sonada su pasó por la temible San Quintín a principios de los 60, denunciado por su segunda mujer, drogadicta como él.
Su música, en cambio, mejoraba por momentos. Dice Ted Goia, que si al principio tenía un toque femenino, relajado y suave con el tiempo se volvió enérgico, emocional y desinhibido. En los 50. cuando empezó a actuar con su propio grupo solista. grabó discos memorables como el que realizó con la sección rítmica del prodigioso quinteto de Miles Davis. (Algunos de esos temas se escuchan de fondo)
En la cárcel descubre a las nuevas estrellas del jazz de vanguardia y esa música le ayuda a entender que su vida necesita un profundo cambio. Al salir, entre en la orquesta de Buddy Rich y finalmente ingresa en una clínica de desintoxicación de donde sale dispuesto a seguir dando batalla en actuaciones y grabaciones memorables. Escribe una patética autobiografía, Straight Life -como su famoso tema- y muere a causa de una hemorragia cerebral en 1982:

18 comentarios:

  1. Otra vez un artista que cae en depresión, las drogas, la resaca de lo duro que es vivir.

    Me gusta especialmente ese Imagination que has puesto en la lista de reproducción.

    Besos

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  2. Fue un músico magnífico. Y, si no hubiera pasado tantísimos años en el trullo, me gustaría ver dónde hubiera podido llegar Art Pepper. Quizá ahora estuviéramos hablando de una leyenda.

    Abrazos.

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  3. Felicitaciones por esta entrada, una suerte de liberación de los expedientes secretos de Pepper con fondo musical apropiado. Un tipo que hizo honor a su nombre. Vaya curriculum el que acumuló ese niño montado en su caballito por culpa de la guerra y de Parker. Por cosas como estas ¡Art vive¡

    Saludos

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  4. Te agradezco todas las pistas que encuentro en tu blog, son muy interesante y así le puedo ir poniendo nombre propio a tanto arte

    Un abrazo

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  5. Hola, Tesa. Es el mundo que les tocó vivir a medio camino del todo y la nada y lindando con el abismo. Gente de club, drogas, sexo y buen jazz. Cigarras maravillosamente cantarinas que desafiaban al invierno.

    En el talego siguió aprendiendo, Troglo, dicen que en San Quintín conoció la nueva música de Ornette Coleman y Coltrane y le sirvió aparte de para abrirse a nuevos caminos musicales como propia terapia personal.

    Exceso de pasiones, preclaro Armando. Las pasiones te dan intensidad pero te quitan vida. La gente que lleva la pasión hasta límites extremadamente arriesgados tiene que dejar mucah vida en el empeño.

    Un abrazo, Juan Duque y yo encantado de ofrecértelas y que te sean útiles.

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  6. Magnífica semblanza de Art Pepper, Dr. Krapp. Y muy bien ilustrada. Podría estar uno horas y horas escuchando a Art Pepper sin cansarse. A mí siempre me ha dado mucha vida. Y no en vano es uno de los músicos predilectos de Esther Cidoncha. No he leído su autobiografía, pero me interesa. ¿Se ha traducido y publicado en español? Por cierto, ¿conoce Vd. el 'Straight Life' de Freddie Hubbard junto a Joe Henderson, Herbie Hancock, Ron Carter, etc...? Es bastante anterior, de 1970...

    ¡Salud, Dr. Ktapp! (Aunque siendo Vd. Doctor, seguro que le sobra).

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  7. Muy apropiada esa comparación con las cigarras de la fábula.
    :)

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  8. Bienvenido a este blog, Sebastian.
    He buscado por diversas bases de datos y no he encontrado ninguna traducción. Me alegra saber que le gusta Arturo Pimienta a la buena de Esther. Eso es siempre una garantía.
    El documental sobre su vida se puede encontrar en Amazon, puede que esté doblado o subtitulado a otros idiomas:
    http://www.amazon.com/Notes-Jazz-Survivor-Art-Pepper/dp/B00002E1YO
    Ya quisiera ser doctor en medicina para tener modos de dominar mis achaques, Solo soy un humilde doctorcillo en Patafísica Versátil y Voluble, apreciado Sebastian.

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  9. Celebro que te guste, Tesa. Entre cigarras nos entendemos ;)

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  10. Para mi Art Pepper es una leyenda. Debe ser del músico que más discos tengo, casi seguro. Incluso me llegué a hacer una camisa grabada con una de sus portadas. Así que esta entrada me parece super interesante. Y ya era hora que alguien le dedicara una buena entrada. Me alegro mucho Krapp que hayas sido tu. La música de Art Pepper me maravilla, me emociona, me conmueve, me seduce. Quizá esa el músico que más hondo me llega. Qué gran músico y gran música, absolutamente magnífica. No exagero.

    Un fuerte abrazo.

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  11. La verdad antes me parecía un buen músico sin más pero en realidad había escuchado poco de él. A raíz de hacer la entrada he tenido oportunidad de escuchar más cosas y realmente ha mejorado mucho la imagen que tengo de él.
    Me alegro haber dado en tu "blanco", Esther.

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  12. Dr. Krapp, sin lugar adudas Art Pepper es un gran saxofonista. Uno de mis álbumes preferidos de este músico es "Art Pepper, The Rhythm Section", con Red Garland, Paul Chambers, Philly Joe Jones. Lo dramático de su vida, como ya lo hemos conversado respecto de otros músicos, se desenvolvió entre la agonía y el éxtasis.
    Saludos.

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  13. Dura biografía. Escelente homenaje el tuyo.

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  14. Dr. Krapp:
    Consigues que tus propuestas musicales, aun siendo novedosas para mí, me agraden desde la primera vez... Gracias

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  15. Leo, leo y me empapo, no comentó porque no tengo conocimientos suficientes pero aprendo que ya es...Gracias

    besos

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  16. Muy bueno. Sigo conociendo personajes gracias a esta via.
    Muchas gracias . saludos.

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  17. La agonía y el éxtasis, que gran verdad desprenden estas frases que dieron pie a una magnífica biografía de Miguel Angel. La agonía que conduce al éxtasis, quizás la creatividad o el éxtasis que genera agonía, quizás las drogas. No sé, demasiado complejo, Hector.
    Gracias Valentín y felicidades otra vez por tu maravilloso texto.
    Vaya piropo me has soltado Luis Antonio del que claramente no soy merecedor y más que me lo diga un maestro como tú.

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  18. Escucha, escucha y empápate, Danann. Gracias.

    Me alegro de aportarte algo,Gamar. Eres muy atento.

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