2 temas de dos gloriosos músicos de jazz que nos han abandonado en este mes de diciembre.
Uno era la personificación de la calma, de la sutileza, de la hondura al amparo de esa guitarra a la que era capaz de sacar una expresividad inaudita y casi diría irrepetible. En este vídeo está acompañado por las manos magistrales de Michel Petrucciani, con el que formó un tandem cum laude.
Un día antes de la Nochebuena falleció a los 93 años, Yusef Lateef, un músico en constante búsqueda de su propia identidad y que no tuve reparo en ir dejando por el camino sus viejos ropajes: su propio nombre, William Emanuel Huddleston; los sonidos en las que se había forjado y su bagaje musical al introducir en el jazz instrumentos tan clásicos como el fagot o el oboe y otros tan extraños a la cultura occidental como el shanai, el shum, el koto o el argul.
0 glorioso y reluciente a muchos de los sucesos que hemos vivido y sufrido en este año que termina, pero prefiero dejarlo a vuestro libre y atinado albedrío ya que estás cosas son muy de cada cual y cada cual las sufre a su personal manera.
1 de los nuestros. De mi generación. De esos que te prolongan a ti mismo en sus canciones. Y se murió el mismo día de Nochebuena. Una perdida que se siente cercana y duele. Duele mucho. Al menos, Germán, no se preguntará nunca más aquello de "no sé por que todo sale mal".
3 versiones para reivindicar un tema, del que ya he hablado en alguna ocasión en este blog, y que está siendo utilizado por una conocidísima marca de moda y perfumes en sus ventas navideñas. Por cierto ¿por qué son tan ininteligibles los anuncios de perfumes? Eso requiere un estudio serio por mi parte. Yendo a la cuestión, no es que a uno le parezca mal que Scarlett Johansson y Matthew McConaughey protagonicen un anuncio donde suena de fondo un fragmento de esta maravilla, pero es que me sabe a poco y después de la ráfaga me apetece oírlo de nuevo de principìo al fin y por 3 intérpretes diferentes: Mina, Franco Battiato (me encanta su inserción con imágenes de Luces de la Ciudad de Chaplin) y su propio autor el grandísimo Gino Paoli que para mí ya tiene ganado el cielo, valga la redundancia, con esta joya.
Como lo tenéis ganado vosotros por haberme seguido hasta aquí.
Feliz 2014.