Sí, ayer se cumplió el 50 aniversario del día en que murió la música. Ni más ni menos. Como muchos sabréis, se conoce así al día en que se estrelló la pequeña avioneta en el que iban tres grandes y jóvenes estrellas del naciente rock and roll: Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Booper.
El accidente siempre despertó todo tipo de especulaciones y se elevó al territorio de la leyenda gracias al célebre tema American Pie de Don McLean:
"Y los tres hombres que más admiro
El padre, el hijo y el espíritu santo
Tomaron el último tren hacia la costa
El día que la música murió"
Era una gira agotadora en autobús y en un momento dado Buddy Holly tuvo la posibilidad de contratar una pequeña avioneta de tres plazas. En vez de llevar a otros miembros de su banda entraron en el aparato Big Booper y Ritchie Valens, el chiquito de origen mexicano que con apenas 17 años estaba arrasando en las listas de ventas:
Atrás quedaron el resto de músicos, frustrados y sin saber que gracias a aquel abandono habían salvado el pellejo. A la mañana siguiente se encontraron los restos de la avioneta sobre un campo de maíz de Iowa.
Big Booper era un disc-jockey texano de 28 años que acababa de obtener un número 1 en las listas con el marchoso Chantilly Lace.
Buddy Holly por su parte, sólo tenía 22 años y era la gran esperanza blanca para destronar al rey Elvis. Su influencia fue decisiva en la música beat inglesa de principios de los 60.
50 años y un día después, todavía los tenemos presentes. Sólo la música podía hacer algo así. La música que nunca puede morir.
Triste aniversario, Doc. Dice la leyenda que Ritchie Valens se jugó su plaza en la avioneta con otro músico, y "ganó". Era proverbial su mala suerte. Su carrera duró 8 meses.
ResponderEliminarEse "American Pie" se ha convertido, también, en leyenda, con su críptica letra.
Saludos.
Me gustó mucho. Qué bien cuando dices que la música no muere.
ResponderEliminarNunca muere, prueba de ello eres tu
ResponderEliminarSí, la música, como otras artes, tiene el poder de conceder inmortalidad.
ResponderEliminarLos tres, maravillosos y la canción de McLean, inolvidable.
ResponderEliminarSin duda fue un duro golpe.
Como rockero me recuerda al accidente de Roads, en una avioneta en un vuelo de recreo en medio de una gira de Ozzy Osborne.
50 años después me he enterado de este suceso. Más vale tarde que nunca. Me parece muy bien que se tengan presentes en la memoria a los personajes que dejaron huella artística. En el fondo, creo que la inmortalidad es esto
ResponderEliminarEfectivamente, la leyenda dice que tanto Ritchie Valens como The Big Bopper cogieron ese avión casi muy al final y que los que se quedaron en tierra lo hicieron con evidente malhumor e incluso uno de ellos deseo que el avión se estrellase. Imagina, Troglo, sus remordimientos durante toda el resto de su vida. Pero, así es la vida.
ResponderEliminarDoctor Freud también se comenta que usted es o era, como prefiera, buen amante de la buena música. ¿Y quién no, viviendo en la maravillosa Viena?
Me limito a exponer algunas gotitas de lo que han creado otros, Juan. No puedo hacer otra cosa que ser un simple aficionado.
Tesa, es cierto aunque tampoco sobreviviría si no fuera por los medios que lo han hecho posible. Apenas conocemos en detalle la música anterior al Barroco.
Lo de Randy Rhoads es puro humor negro, Valentín. Ese humor negro que también sufrieron otras personas del entorno del lider de Black Sabbath y friki inmortal, el gran Ozzy.
La inmortalidad en estos casos, es producto de una previa mitificación por haber muerto muy jóvenes, Luis Antonio. Se puede decir, con cierto sarcasmo, que una muerte temprana y en plena gloria garantiza una más segura inmortalidad.
Hola Dr. Krapp. ¡Qué historia más triste! ¡Lo que podrían haber hecho esos chicos! Aunque hace mucho tiempo que no las escuchaba, todas las canciones me son familiares. Ellos no están pero dejaron su legado. ¡Que viva la música y sus historias!
ResponderEliminarEs una historia ya mítica y nos somete a esa difícil materia llamada Historia-ficción. A veces resulta estremecedor ponerse a pensar en las posibilidades de la gente que se malogró en un momento dado teniendo unas expectativas de futuro absolutamente deslumbrantes. No merece la pena darle muchas vueltas.
ResponderEliminarQuerido Doc:
ResponderEliminarHoy si que he podido ver los videos y escuchar la música, sabes me ha gustado ver que a pesar de la desafortunada muerte de estos cantantes del rock, aún es ahora después de 50 años su música continúa viva.
Entre la discografia de mi papa hay discos de Richie Valens,y me doy cuenta que mi papa tenía buen gusto.
Besitos Doc.
Desde luego la música nunca muere. Y se acompaña de las fotografías y las grabaciones. Para nuestra suerte. Ya sé que es pecado pero no conocía a estos músicos ni esta bonita historia. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn beso.
Lisebe, me alegro mucho de que hayas tenido suerte esta vez. En realidad con estos videos, más que darle el valor a la música me importa la imagen de ellos actuando, ya que apenas se conservan imágenes en el Youtube.
ResponderEliminarEsther sobre esta historia se identifico mucha de la mitología del rock'n'roll, es decir, la desgracia de grandes estrellas de vida corta y leyenda larga, casi inmortal. Un beso.
la fuerza de la música, así como la magia de la imagen (cine), hace inmortales a muchos seres. Suerte de que sea así, para no olvidar y para seguir escuchando (o viendo).
ResponderEliminarBuena recordatoria.
Ahora me pongo a trabajar...que tengo unos encargitos que pá que...
Besotesssss
Se que harás esos encargos a la perfección, Lola. Quizá luego te encargue un rock'n'roll:-))
ResponderEliminarVaya eminente Doctor Freud, ahora se parece al Papa Juan XXII.
Siempre se queda algo dentro después de escuchar a estos tipos, nunca mueren ¿Verdad?
ResponderEliminarYo noto en los pioneros del rock'n'roll una infinita ilusión ante un territorio nuevo que se les ofrece lleno de las más fabulosas posibilidades.
ResponderEliminarNo tenía presente esa historia, tal vez la conocía y ni la recuerdo, es mas, estaba por escribir algo y ya me olvidé.
ResponderEliminarSaludos
Da igual, lo importante queda solapado pero termina apareciendo cuando menos se le espera. Y si no es importante ¿para qué preocuparse?
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