
En la cinta "Bird" de Clint Eastwood , aparece como personaje secundario un individuo que podría ser la perfecta antítesis de la máxima estrella del bebop. Se trata de un saxofonista que compite con el músico de Kansas City siendo éste muy joven y más adelante, en un momento dado, decide tirar su saxo al río ya que se ve incapaz de competir con el maestro triunfante. Sin embargo, hacia el final de la película, se le ve triunfando en una sala de teatro aclamado por un público juvenil que salta enloquecido por la energía de su boogie woogie. Bird está allí, recién salido del hospital de Bellavue y se muestra escandalizado por el gusto de la gente hacia una música a la que no ve ningún mérito. Eastwood es un defensor del bebop y del propio Bird, por lo tanto es hasta cierto punto lógica su clara toma de partido por su personaje principal. Pero nada es sencillo, ni siquiera saber quien ese saxofonista que aparece en la película con nombre desconocido pero representando a alguien real. Yo me inclino por un nombre: Louis Jordan.
Louis Jordan fue más que un músico un showman con un largo recorrido desde Brinkley (Arkansas) donde nació, hasta convertirse en el indiscutible "Rey de las Jukebox" de los 40 y ser en los 50, un pionero indiscutible en el nacimiento del rock and roll. Pero antes, en los 30, después de su paso por algunas orquestas de blues -él siempre se sintió cercano al blues- recaló en Harlem compartiendo escenario con Ella Fitzgerald en la fabulosa orquesta de Chick Webb, donde cantaba y tocaba el saxo.
Es indudable que el contacto con aquellos ritmos explosivos que se estilaban en el Apollo Theatre y el resto de salas de baile del barrio negro, le dio al saxofonista una impronta que sería duradera en su música. Cuando muere Chick Webb, 1938, decide formar un pequeño grupo, algo poco habitual en la época de las grandes orquestas.
"Una vez llegué a ser conocido como Louis Jordan and His Tympany Five, mantuve el nombre aunque siempre tenía siete u ocho músicos. No creía que fuera capaz de manejar a una big bang pero con mi pequeño grupo hacíamos todo lo que hacían las big bands. Hice blues jump."
La importancia del bebop y su digamos, seriedad musical, hace que muchos se olviden de la aparición de otras alternativas generacionales al ya caduco swing. La vertiente más lúdica del jazz, la que más tenía que ver con el baile y la fiesta, nacida en el seno de la comunidad negra de Harlem, acogió con alborozo las propuestas musicales que tenía que ofrecer Louis Jordan y sus continuadores. Jordan mezclaba en su música toda clase de estilos musicales -jazz, blues, boogie etc...-hasta crear un estilo irresistible y pleno de humor que le convirtió en el favorito de toda clase de públicos, y lo que es más insólito sin distinción de razas, tal como se ve reflejado en las lista de éxitos de los 40 y 50. La gente, deseosa de olvidar el sufrimiento tras la contienda, acogió a Jordan como líder y no dudó en coronarlo como Rey del Jukebox. Una de las joyas de su corona, fue este tema que arrasó en las emisoras de radio de aquel período:
¿Es Jordan el "abuelo" del Rock and roll? ¿Es el eslabón perdido entre la música instrumental venida del jazz y la nueva música juvenil de los 50? Preguntas que se vienen repitiendo desde hace muchos años aunque no tienen, ni posiblemente tengan nunca, una respuesta satisfactoria. Los defensores de que el nuevo rock tiene ADN de este músico, ponen en el tapete su más celebre tema grabado por primera nada más y nada menos que en 1945 y luego convertido en un standard mil veces repetido hasta la actualidad.
A partir de los 50 la estrella de Louis Jordan se fue apagando por diversos problemas de salud. Sus seguidores, en cambio, no dejaron de aumentar dentro de la comunidad musical y sus temas han sido parte del repertorio de los más grandes. El Rey del Jukebox fallece en 1975, y sigue siendo el rey en su estilo aunque aquellas máquinas musicales solo sean ya hermosas reliquias de colección.