Nunca estamos del todo preparados para esas sorpresas agradables que llegan cuando menos esperamos. Mejor así. Mejor poder sentirse a la manera del viejo Arquímedes corriendo desnudo por las calles Siracusa al grito de ¡Eureka! tras descubrir su célebre principio.
José James es el causante de mi último eureka. Hasta hace unos días apenas me sonaba este cantante por su nombre. Desde entonces me cuesta dejar de escucharle.
Tampoco me atribuyo ningún mérito. A estas alturas, José James es uno de las vocalistas emergentes más reconocidos y premiados del jazz contemporáneo moviéndose en ese territorio complejo y fascinante abierto a los grandes género de la música negra: soul, funk, rhythm and blues o hip hop. Además este treintañero de Minneapolis, hijo de un saxofonista panameño, es un gran cantante de standards, como se puede comprobar en su tercer y último disco, For All We Know, publicado en 2010 donde llama la atención la perfecta compenetración de James con Jeff Neve, un pianista belga que dará mucho que hablar.
De su primer disco, una producción británica del 2008 titulada The Dreammer, es esta versión de un tema interpretado en su momento por músicos de la talla de Rahsaan Roland Kirk o el grupo Osibisa. Para James el álbum representó su primer reconocimiento a nivel general -fue considerado entre los mejores 50 discos del año- y supuso su entrada en los circuitos internacionales de jazz. Desde entonces, no ha parado de actuar en festivales y colaborar con otros artistas.
En Blackmagic (2010), José James se inclina por un territorio más experimental y electrónico cercano al neosoul de D'Angelo. Su exquisita voz de barítono y la ligereza que se desprende de ese mosaico sonoro, en el que contribuyeron grandes nombres de la producción contemporánea, no deja de recordarnos, una vez más, la imborrable influencia de Marvin Gaye en todos los cantantes afroamericanos actuales. Este es un viejo tema de Buddy Johnson recreado por el cantante de forma exquisita.
Su primer disco americano, nada menos que en el sello Impulse! en el que grabó su admirado Coltrane, está, como ya he señalado, compuesto por un montón de viejos clásicos a los que él les da un nuevo brío. Un álbum con los que ha alcanzado premios y distinciones incluso concedidos por los sectores más puristas y conservadores del género. En la actualidad está embarcado en un disco en homenaje a John Coltrane y Johnny Hartman Esperemos, por el bien de la música, que José Jamés no cambie sus camisas a cuadros por el traje de corbata, ni la innovación por la arqueología
.No sería justo.
Savages - Husband (O el porqué hay que ver los créditos de las películas
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Hace 20 horas