No sé a vosotros, pero a mí cuando llega el verano me apetece comida ligera, jugosa y variada.
Para curarme en salud, procuro evitar las tentaciones de la carne en su vertiente más pecaminosa y visceral, es decir todo aquello relacionado con la casquería. Adoro los callos, pero más por sus complementos que por su naturaleza intrínseca y podría soportar después de varios días de vigilia vegetariana las virtudes de mondongos, tripes, haggis o los chitterlings que es la versión afronorteamericana de lo que en el sur del continente llaman chinchulines y en la España castiza y rotunda, gallinejas.
Con el picante tengo un dilema, no me conviene y debería evitarlo pero ¿no es mejor dejarlo al albur de la sorpresa? Mi conciencia picantosa queda a salvo gracias a los exquisitos pimientos de Padrón, ya que hago mío el viejo dilema tan galaico como hamletiano: uns pican e outros non. Lo siento, pero a estas alturas la comida mexicana me supera, aunque me guste como pocas.
(Si falla Goear éste es el enlace)
Ahora está muy de moda la cocina oriental y siempre te salva de algún apuro si tienes prisa, paseas por la calle y te apetece comer en un cucurucho.
Lo malo es el arroz, se hace inconcebible la cocina oriental sin arroz. ¿Pero como vas a comer arroz por la calle? Y si hay que ponerse en plan serio en convite de mesa y mantel, me alejo de Oriente y opto por lo más cercano ya que casi nunca te defrauda.
Ahora toca el postre. Lo siento pero siempre necesito algo bien frío y por mucho que se invente en el ramo de la repostería, un helado tradicional siempre te salva de apuros.
Deseo que hayan disfrutando de su comida y que la vida tenga a bien concederles felices digestiones.
1966 (X)
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*“Eran las once de la mañana y empezamos a darle vueltas a unos riffs. No
llevábamos allí más de media hora y surgió la idea. Steve había estado
cantando ...
Hace 3 días
Mientras allá es verano, en este lado del mundo comenzó el invierno, sin embargo el maravilloso bufé jazzero que preparaste sabe muy bien a 3.800 msnm y a 5°…además que, nuevamente, la sinfonía azul es una fuente de inspiración para la quinta que preparará un programa culinario.
ResponderEliminarGracias, Nico, mucha suerte con ese programa que preparas. Nuestro verano costero suele ser dulce y suave con temperaturas que rara vez superan los 25º, en cambio en estos días se ha instalado con todo su furor cual si se tratase de un solo desbocado de Jackie McLean. Espero que remita y volvamos a un cool suave y tranquilo.
EliminarSaludos
Que buen menú nos has ofrecido, lo he disfrutado, sin pensar si me sentaría bien o mal. Acá en Chile hace unas semanas comenzamos el invierno, con mucho frío, por lo que me apetece comer platos contundentes.(Monk, Powell, Parker, Gillespie, Clifford)
ResponderEliminarSaludos Dr.Karpp y buen apetito
Gracias Héctor por tu confianza. Hoy, si cabe, dada la crudeza climatológica a la que estamos asistiendo todavía hubiera escogido temas más ligeros y refrescantes si es que es posible refrescarte con esta calor.
EliminarSaludos y también buen apetito para ti.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVaya... cuando has empezado con las tentaciones de la carne, he pensado que la cosa iba por otro camino... y resulta que has acabado con la casquería que, la verdad, me va poco.
ResponderEliminarNo sé que son las gallinejas... ¿¿serán las criadillas (estás si me gustan)?? Pues nooo acabo de consultar la wiki... jajaja....
Los pimientos de Padrón me encantan y algo de picante en ciertos platos no lo desestimo pero la comida mexicana no, no, no... Tampoco me mata la oriental... jooo soy una clásica... cachisss...
Estoy escuchando, mientras ando con mis anarquistas a Miles... pero ya he extraido tus propuestas y las escucharé con atención, sé por experiencia cuanto me descubres..
Bicos!!
Todo escuchado Dr...
ResponderEliminarSobre Armstrong qué puedo decir que no se haya dicho, uno de los grandes.
De tus propuestas me quedo con Kenny Burrell y me ha gustado la refrescante, pese al título, de Poncho Sánchez.
Las gallinejas o entresijos son las tripas de cordero o de otros animales que se fríen con su propia grasa y vienen a ser un plato tradicional y castizo de la cocina madrileña. Casi sin exagerar eso mismo me ha pasados en estos días en que he estado en la capital a 40 grados: me he asado hasta freírme en mi propia grasa.
EliminarBesos y gracias por tu atención a mis entradas.
yo soy muy de casquería (consumidor y elaborador). y llevado al terreno muiscal pues tambien. puras visceras. armstrong y ayler.
ResponderEliminarNo desdeño yo la casquería invernal y no me parece mal que prefieras platos tan selectos, Armstrong y Ayler son de los más exquisitos, a pesar de su crudeza para esos inviernos que se estilan por tus tierras altas. Paro ahora estoy aquí abajo, en el lugar donde el termómetro menos sube cuando llega el verano a la Peninsula y las cosas tan calientes, mejor dicho ardientes y el cuerpo necesita algo etéreo, casi transparente.
EliminarPara las tardes grises, lluviosas y frescas de la época, por aquí, más bien se antoja un arroz en leche o un atolito de elote. Pese a mis problemas esofágicos no pude resistirme y me comí el menu completo, al fin y al cabo eran porciones pequeñas. A ver como amanecemos. Siempre gracias Doc.
ResponderEliminarA mi el arroz con leche me gusta también muy frío y en pleno verano. Me alegra mucho que hayas tenido una buena digestión con mis productos, espero estar a la altura en otras ocasiones.
EliminarGracias y saludos Armando.
Buen menú, cuanto más como más hambre tengo. Por aquí abajo nos apañamos con el Jazzpacho.
ResponderEliminarhttp://youtu.be/XOnDFkKeEq4
Bunea idea la tuya. Un jazzpacho sienta de fábula en estos días de ardores a los que no estamos acostumbrados. Pero tampoco vendría mal un salmorejo bien frío tan típico en tu pueblo.
EliminarMuy bien buscados esos paralelismos entre gastronomía y canciones, sí señor. Y el tono general es muy ligero. Creo que eran los frugales hindúes los que decían que una cosa es saciar el hambre y otra atiborarse: "de la mesa has de salir con la misma ligereza con la que llegaste".
ResponderEliminarLa verdad es que no soy muy carnívoro, y de los callos lo que más me gusta son... los garbanzos. Quizá, puestos a comer carne, mi preferida sea la asada. Y los condimentos picantes tampoco me van mucho (otra cosa son los pimientos de Padrón, claro). Ahora, en el resto del menú estamos de acuerdo.
Perfecto ese tono dixie para atacar el helado: ligero, como los hindúes. Y al tajo otra vez.
Los indios son demasiado resignados o se alimentan mejor con los placeres del espíritu aunque habiendo comido en alguno de sus restaurantes casi lo dudo.
EliminarRecuerda que lo de los garbanzos con los callos es algo que no se estila en otros sitios. Si vas a Madrid y pides callos con los garbanzos lo más probable es que te miren como un bicho raro.
En el tema de los propios, un día como hoy, me quedo siempre con lo más clásico.
¡Qué menú más bueno! Podrías promocionarlo como menú turístico y pondríamos fin a la crisis.
ResponderEliminarMe gusta tu selección de platos musicales aunque te digo que en esto de la comida no suelo seguir un orden. A veces empiezo por el segundo y luego sigo con el primero, a veces mezclo, un poco de cada. Aunque me gusta el helado no suelo tomarlo de postre.
De acuerdo contigo en que los pimientos de Padrón son galaico- hamletianos. En realidad siempe he estado en contra de esa traducción de "to be or not to be" por "ser o no ser", ninguneando abiertamente a la de "estar o no estar" aplicable, como puede observarse al leerte, al tono picante, o no, de los pimientos de Padrón.
Parece que no estás (otro "not to be", je, je) ¿serán las vacaciones? Si es así, pásalo muy bien.
Besos.
La crisis no se soluciona con buenos menús, Angie. Date cuenta que los políticos comiendo lo que comen, donde comen y al precio que comen, esas maravillosas dietas, hubieran ya tomando algunas resoluciones al respecto ¿por qué imagino que querrán hacer algo al respecto o es que somos tan malos como para pensar que prefieren dejar las cosas como están?
EliminarEso de "estar o no estar" si que es supremamente galaico ya que los gallegos más o menos acaban creyendo que existen y que por lo tanto son ¿pero lo de estar?. Yo he estado varios días en tu tierra, cinco y ya he vuelto aunque tengo el chip cambiado con estos calores tremebundos.
Besos.
Noo te lo vas a creer pero he intentado no se cuantas veces decirte algo y debe ser que hasta internet está frito por este calor infernal porque no ha habido manera. Si te soy sincera, ya sin estos calores soy de poco comer, ahora... solo pensar en comida muero;-)
ResponderEliminarSé que has estado en Madrid y tú mejor que nadie puedes dar fe que esto que estamos teniendo aquí no es medio normal... yo no hago más que pedir perdón porque siento que de tanto llorar y quejarme de la lluvia el cielo me está castigando jajaja el sábado se dieron las máximas de todas las épocas en Vigo... jamás había hecho tanto calor ¿habré sido tan mala para taaanto castigooo? en fin... voy con la música, por mi solo tomaría postre...y justamente este que has escogido helado...Mmmmm el mejor invento desde el fuego jajaja yo lo tomo tooodas las noches del año, ahora me alimento solo de eso, melón y agua... a ver, de primero me sirves por favor si eres tan amable... un poquito de KENNY BURRELL... aunque esas guarrerías del cordero que comen los escoceses se las dejo enteras para ellos... a mi que me dejen mi querido botillo;)) bien, de segundo con tu permiso me salto a Armstrog y a al parlanchín de Clack Terry and Cía aunque sus trompetas suenen de vicio...y me paso direeeecta al helado, si me dejas me permiso embadurnar enterita de él jajaja total me ha dado por ponerme a remojo así que no hay problema con el pringue:))
Bieeen vuelto al desierto Galaico de Arizona ;))
Muaaaaaaaaaaaaakss enooorme y congelado!!
Comer, vivir, tal vez dormir...así es la vida.
ResponderEliminarLo de aquí es verdaderamente duro de soportar, aunque hoy haya aflojado, no es propio que nos echen nuestro paraíso a perder con estos calores desacostumbrados.
No me extrañaría nada que habiéndote tomado ciertas confianzas con el dueño del tinglado, él, en su divina majestad, decidiera a su vez tomarse ciertas libertades contigo para que te sirva de lección y no olvides el mito de Icaro. Al menos, aunque te sigas sintiendo divina, María, que no se note tanto.
Yo también soy de helado diario, haga frío o calor. Incluso he descubierto que la madurez es una suerte de búsqueda de la dulzura perdida y que si no se adquiere a través de los propios dones personales siempre se puede recurrir a placeres pasteleros y helados. Personalmente prefiero mejor comidos que embadurnados, muchos quisieron imitar a Kim Basinger en la famosa escena de8 semanas y media y salieron escarmentados por una temporada.
Sí, que se aleje de una vez El Valle de la Muerte y volvamos a nuestra dubitativa rutina veraniega, que también tiene su encanto no saber si debemos ir descamisados o con cazadora de invierno.
Muchos besos, gélidos por supuesto.
9 semanas y media, of course.Sorry
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